Brmc en Austin, TX, marzo 2010 / foto por Jim Bennett
El nuevo disco de estudio de Brmc llegó después de tres años y luego de haber estado en gira casi dos tercios de ese tiempo, lo que duró el tour del disco antecesor "Baby 81". Parte de las canciones de "Beat The Devil's Tattoo" fueron compuestas durante esos días y otras en poco menos de seis meses posteriores, tiempo en que también fueron grabadas y convertidas en un quinto disco, un corto periodo de trabajo, según mi punto de vista.
Con adelantos en vivo como "River Styx", "The Toll" y el ya clásico "Evol", Brmc lanza este disco insistiendo en sonidos conocidos e intentando como en "Baby 81", mezclar "Howl" con las guitarras de "B.R.M.C.", un gran gusto para algunos y uno no tan novedoso para otros, ambos lados concluyendo que, musicalmente, este disco podría describirse más como el resumen de lo que han sido, que como un avance en su carrera, que este 2010 cumple diez años oficialmente.
Puede también que el lanzamiento esté relacionado con mantenerse en el mercado y en gira, lo que ayuda a la banda a financiarse, o quizás con la insistencia de fans ansiosos de nuevo material, ¿quién sabe? y como sea, "Beat's The Devil's Tattoo" los acerca a un plano levemente más accesible y de paso deja una sensación de poca evolución, de poca experimentación, pero felizmente, no de menos emocionalidad, la de esas sensibles y oscuras melodías potenciadas con bajos distorsionados y guitarras progresivas que los caracterizan.
Desde el pop-rock en "Bad Blood" y "Conscience Killer" hasta el rock árido y stoner de "Aya" y "Shadow's Keeper" cerrando con la impresionante "Half-State" de 10 min de duración, se puede ver que el rock de BRMC pasó desde el shoegaze a una mezcla de rock progresivo y blues, tratando de mantener el country y el gospel, como en "The Toll" y el primer single homónimo, pero cada vez en menor dosis. Si, este disco viene sin novedades, pero con toda la carga de ese sucio estilo de hacer música, de esa depresiva atmósfera vestida de negro que ha sembrado fans incondicionales y que tiene su mayor descarga en sus conciertos.
Por lo tanto, si usted no conoce a Brmc tocando en vivo puede que se esté perdiendo la mitad de lo que esta banda es al solo escuchar sus discos. Sin conocerlos usted puede exigir evolución luego de un disco como "Howl", por ejemplo, pero está oyendo solo una parte y pidiendo reinvención sin ver todo el espectro, y también, sin saber que varias de las canciones incluidas en BTDT vienen de los periodos creativos pre "Howl" y "Baby 81", incluso de tiempos primarios del "B.R.M.C.", y su inclusión en este disco de 2010, parecen ser un regalo para sus seguidores y una manera de cerrar todo ese ciclo.
La reinvención de BRMC está pendiente, es verdad, pero mientras, nos entregan un disco que de primera oída puede no dejarlo satisfecho, pero que progresivamente se va convirtiendo en un gran disco de viejas sensaciones. "Beat The Devil's Tattoo" es de los discos que necesitan más de una segunda o tercera oportunidad, no me atrevo a decir que quizás sea sólo para fans, pero si tiene ganas de conocerlo por su propia cuenta, va a tener que usar el criterio de uno de ellos, ir más allá de querer clasificarlo en un estilo o de juzgarlo por lo que dicen los críticos.
Y si que es fácil poner etiquetas como lo hacen esos críticos, pero BRMC nunca ha ido una banda fácil y si quiere saber algo con certeza de ellos, desde la perspectiva de un fan, es que con cada disco queda más claro que BRMC es una banda de rock and roll de las clásicas en la historia de la música y está trabajando en tiempos en que casi no quedan y no nacen, o no se atreven a nacer, de esas bandas. Si usted no ha sido capaz de comprenderlo y aun espera que ellos vuelvan al estilo de su primer disco o evolucionen para convertirse en una banda generacional, entonces tras este disco usted tendrá definitivamente que buscarse otra banda.
Bonus Tracks:
Este disco como sus dos anteriores tiene varios bonus, uno de la edición de lujo es “Martyr”, gran canción enmarcada en ese rock que describía y que no paso la prueba del “extraño criterio” que tienen Hayes y Been para escoger lo tracks de sus discos, quedando como un lado B.
También, para quienes han visto ese documental de 2001 “Personal Look”, y se preguntan acerca de la melodía en los primeros minutos, por fin existe una versión publica y tiene por nombre “1:51”, buenos recuerdos sonoros de aquella primera época.
Continua “Annabel Lee”, la canción que motivo a Leah Shapiro entregarle ese famoso libro de Edgar Allan Poe a Robert, y en el cual está el cuento que inspiró el nombre del disco. Además, una canción de Peter Hayes, muy en su estilo llamada “Got No Right”. Muy recomendables todos, trate de conseguirlos.
Otro dato, es que muchos han pensado que la voz femenina que acompaña a Peter Hayes en la canción “The Toll” es la nueva baterista Leah Shapiro, pero no, quién canta es Courtney Jaye, cantante norteamericana muy amiga de la banda que hace una curiosa mezcla de country con Bossa nova, por así decir, pueden encontrarla y escucharla en myspace.
Con adelantos en vivo como "River Styx", "The Toll" y el ya clásico "Evol", Brmc lanza este disco insistiendo en sonidos conocidos e intentando como en "Baby 81", mezclar "Howl" con las guitarras de "B.R.M.C.", un gran gusto para algunos y uno no tan novedoso para otros, ambos lados concluyendo que, musicalmente, este disco podría describirse más como el resumen de lo que han sido, que como un avance en su carrera, que este 2010 cumple diez años oficialmente.
Puede también que el lanzamiento esté relacionado con mantenerse en el mercado y en gira, lo que ayuda a la banda a financiarse, o quizás con la insistencia de fans ansiosos de nuevo material, ¿quién sabe? y como sea, "Beat's The Devil's Tattoo" los acerca a un plano levemente más accesible y de paso deja una sensación de poca evolución, de poca experimentación, pero felizmente, no de menos emocionalidad, la de esas sensibles y oscuras melodías potenciadas con bajos distorsionados y guitarras progresivas que los caracterizan.
Desde el pop-rock en "Bad Blood" y "Conscience Killer" hasta el rock árido y stoner de "Aya" y "Shadow's Keeper" cerrando con la impresionante "Half-State" de 10 min de duración, se puede ver que el rock de BRMC pasó desde el shoegaze a una mezcla de rock progresivo y blues, tratando de mantener el country y el gospel, como en "The Toll" y el primer single homónimo, pero cada vez en menor dosis. Si, este disco viene sin novedades, pero con toda la carga de ese sucio estilo de hacer música, de esa depresiva atmósfera vestida de negro que ha sembrado fans incondicionales y que tiene su mayor descarga en sus conciertos.
Por lo tanto, si usted no conoce a Brmc tocando en vivo puede que se esté perdiendo la mitad de lo que esta banda es al solo escuchar sus discos. Sin conocerlos usted puede exigir evolución luego de un disco como "Howl", por ejemplo, pero está oyendo solo una parte y pidiendo reinvención sin ver todo el espectro, y también, sin saber que varias de las canciones incluidas en BTDT vienen de los periodos creativos pre "Howl" y "Baby 81", incluso de tiempos primarios del "B.R.M.C.", y su inclusión en este disco de 2010, parecen ser un regalo para sus seguidores y una manera de cerrar todo ese ciclo.
La reinvención de BRMC está pendiente, es verdad, pero mientras, nos entregan un disco que de primera oída puede no dejarlo satisfecho, pero que progresivamente se va convirtiendo en un gran disco de viejas sensaciones. "Beat The Devil's Tattoo" es de los discos que necesitan más de una segunda o tercera oportunidad, no me atrevo a decir que quizás sea sólo para fans, pero si tiene ganas de conocerlo por su propia cuenta, va a tener que usar el criterio de uno de ellos, ir más allá de querer clasificarlo en un estilo o de juzgarlo por lo que dicen los críticos.
Y si que es fácil poner etiquetas como lo hacen esos críticos, pero BRMC nunca ha ido una banda fácil y si quiere saber algo con certeza de ellos, desde la perspectiva de un fan, es que con cada disco queda más claro que BRMC es una banda de rock and roll de las clásicas en la historia de la música y está trabajando en tiempos en que casi no quedan y no nacen, o no se atreven a nacer, de esas bandas. Si usted no ha sido capaz de comprenderlo y aun espera que ellos vuelvan al estilo de su primer disco o evolucionen para convertirse en una banda generacional, entonces tras este disco usted tendrá definitivamente que buscarse otra banda.
Bonus Tracks:
Este disco como sus dos anteriores tiene varios bonus, uno de la edición de lujo es “Martyr”, gran canción enmarcada en ese rock que describía y que no paso la prueba del “extraño criterio” que tienen Hayes y Been para escoger lo tracks de sus discos, quedando como un lado B.
También, para quienes han visto ese documental de 2001 “Personal Look”, y se preguntan acerca de la melodía en los primeros minutos, por fin existe una versión publica y tiene por nombre “1:51”, buenos recuerdos sonoros de aquella primera época.
Continua “Annabel Lee”, la canción que motivo a Leah Shapiro entregarle ese famoso libro de Edgar Allan Poe a Robert, y en el cual está el cuento que inspiró el nombre del disco. Además, una canción de Peter Hayes, muy en su estilo llamada “Got No Right”. Muy recomendables todos, trate de conseguirlos.
Otro dato, es que muchos han pensado que la voz femenina que acompaña a Peter Hayes en la canción “The Toll” es la nueva baterista Leah Shapiro, pero no, quién canta es Courtney Jaye, cantante norteamericana muy amiga de la banda que hace una curiosa mezcla de country con Bossa nova, por así decir, pueden encontrarla y escucharla en myspace.
Muy buena reseña del álbum, aunque discrepo en lo de la reinvención. Aparte de que a mí me gusta su sonido tal y como es, pienso que este álbum si tiene un toque nuevo, una madurez que los anteriores no tenían, y que ya empezaron a mostrar con 'Howl' o con canciones como 'American X'. Half State, Shadow's Keeper, BTDT, Aya o The Toll, lo demuestran. En sus letras, y la música, se nota un toque de ironía y sabiduría que les han dado estos diez años, se nota que la vida les ha curtido. Yo les llevo escuchando desde 2004 y BTDT ha cumplido con todas mis expectativas, desde el primer momento en que lo escuché me pareció brillante.
ResponderEliminarSobre los bonus tracks, 1:51 ya está entre mis favoritas, y Martyr, como has dicho, está muy bien también. Ahora estoy esperando a que me traigan el vinilo para tener también Annabel Lee, que por lo que he escuchado en un par de versiones en directo suena genial.
Debo reconocer que este álbum no me ha cautivado completamente. A lo mejor estaba esperando algo un poco más "arriesgado", pues a mi parecer, siguieron una misma línea que ya habían trazado con anterioridad. ¿Es eso malo? No, en lo absoluto; fue su elección y por tanto existe una intención sobre lo que B.R.M.C. busca como banda.
ResponderEliminarOjalá tengamos la oportunidad de escuchar esas mismas canciones en vivo. Lástima que no hayan fechas para Suramérica... por lo menos hasta SEPTIEMBRE :_(
Mañana servidor los ve en directo en LONDRES :D :D :D :D
ResponderEliminarHola. Soy el del comentario anterior. He puesto una crónica del concierto en mi/nuestro blog, por si os interesa :)
ResponderEliminarwww.therockpark.com